domingo, 5 de junio de 2011

ÉTICA COMO COMPROMISO de Enrique de Castro

Tenemos un modelo tan preconcebido de las cosas, también en lo educativo, que reproducimos permanentemente los esquemas de poder y dominio. (…) Se trata de convivir, de tener y sentir sus experiencias vitales entender con ellos otro tipo de ética, también de leyes, sus leyes, otra manera de abrirse paso en la vida, de resolver sus necesidades básicas, de adaptarse a cualquier tipo de situación a la que se han visto obligados. (…). No hay un ellos y nosotros, donde “ellos” significa los pobrecitos chavales que hay que redimir o reinsertar.

Ignoro si existe la categoría de buenos y malos para clasificar a los seres humanos. En todo caso hace mucho tiempo que no me sirve para explicar el mundo de las relaciones ni los juicios que hacemos sobre determinados comportamientos. Lo bueno y lo malo dependerá de quién haga la definición y, sobre todo, desde qué perspectiva. Es curioso que siempre que criticamos a una institución, alguien salga al paso respondiendo: hombre, las hay buenas y malas. Buenos y malos policías, jueces, curas, políticos… Y añado desde qué perspectiva, porque una misma persona es tachada de buenísima por un sector de gente al tiempo que es condenada por otro sector.

Prefiero entender la ética desde categorías distintas a las de bondad o maldad que son más bien producto de una cultura basada en el afán de perfeccionismo y en la regla o modelo. ¿Podrá medirse por la misma regla al gitano y al payo? ¿A un hijo de un burgués y a un niño de la calle? ¿Por qué somos tan sensibles con los de Brasil y tan hostiles con los de la calle madrileña? Desde esta perspectiva está claro que tachemos de malos o impuros a quienes no se acomodan a nuestro modelo. Pero sin ella, intentaríamos descubrir el por qué de las reglas de los otros, el por qué de sus comportamientos, actitudes y respuestas y, entonces, perderíamos nuestro afán de enseñar, que más bien significa dominar, y trataríamos de aprender, de nuevo contemplar, lo que nos llevaría a entender la educación como una interacción permanente por la que podemos dar juntos, ellos y nosotros, pasos de maduración y enriquecimiento.

Por eso el punto de partida es la incondicionalidad, no poner condiciones, lo que nos lleva en muchas ocasiones a ser cómplices, a dejar complicar nuestra vida con la de ellos. La pregunta, entonces, sería ¿al servicio de quién estamos, al de la institución que nos paga o al de las personas para quienes yo adquirí determinada profesionalidad? Y esta perspectiva, sin duda, tiene sus consecuencias y complicidades.

La palabra solidaridad no está de moda. Yo la recuperaría desde la cercanía, la contemplación y el enamoramiento.

Bertold Brecht

Primero se llevaron a los negros,
pero a mí no me importó
porque yo no lo era.
Enseguida se llevaron a los judíos,
pero a mí no me importó,
porque yo tampoco lo era.
Después detuvieron a los curas,
pero como yo no soy religioso,
tampoco me importó.
Luego apresaron a unos comunistas,
pero como yo no soy comunista,
tampoco me importó.
Ahora me llevan a mí
pero ya es tarde.
Bertold Brecht

COACHING

El Coaching es el arte de encontrar y gestionar los cambios necesarios para alcanzar nuestros objetivos, metas, deseos o sueños.

Tras la clase que hemos tenido con un experto en Coaching, he podido  llegar a la conclusión de que el Coaching es un tipo de intervención basado en la persona, y donde esta persona es el principal agente de cambio.
Se trata de dotar al sujeto de recursos para que él pueda llegar a una solución o consiga el cambio.

Desde mi punto de vista, tiene mucha relación con la Educación Social, ya que lo que yo he entendido a lo largo de 3 años de carrera se basa en esa idea del cambio a través de unos recursos. El educador social le ofrece recurso y le dota de habilidades a la persona para que ésta se pueda desenvolver en la sociedad y se integre.
No se trata de darle los pasos y decirle lo que tiene que hacer, sino darle pistas que le ayuden a, por sí mismo, llegar adonde quiere estar.

El Coaching además dispondrá de unas técnicas que le hagan especial y diferente.

En definitiva, lo que entiendo por este modelo de intervención, es una intervención basada en la persona como agente del cambio y, como ya he dicho, muy relacionado con la Educación Social.